Diciembre es un mes de movimiento constante: viajes familiares, escapadas de fin de semana y desplazamientos para realizar las compras navideñas. En medio de la prisa y las celebraciones, a menudo olvidamos lo más importante para disfrutar de un viaje seguro: revisar nuestro coche. Un mantenimiento preventivo adecuado no solo evita averías inesperadas, sino que también garantiza la seguridad de todos los ocupantes y la tranquilidad de llegar a nuestro destino sin contratiempos.

Por qué es importante el mantenimiento preventivo?

Antes de emprender un trayecto, cualquier fallo mecánico puede convertirse en un problema serio. Los talleres suelen recibir llamadas durante la temporada navideña por baterías descargadas, frenos desgastados o neumáticos en mal estado. Un simple chequeo previo puede prevenir retrasos, gastos imprevistos y accidentes. Además, mantener el coche en perfecto estado contribuye a un consumo eficiente de combustible y prolonga la vida útil del vehículo.

Realizar un mantenimiento preventivo antes de salir ofrece múltiples ventajas. Evita la frustración de una avería inesperada, reduce los riesgos de accidentes y permite disfrutar de un trayecto más cómodo y seguro. Además, un coche bien cuidado consume menos combustible y mantiene su valor a largo plazo. En definitiva, es una inversión en seguridad, tranquilidad y ahorro.

Puntos clave a revisar antes de salir de viaje

  1. Frenos: La seguridad empieza por los frenos. Antes de salir, revisa el estado de las pastillas y discos, y asegúrate de que el líquido de frenos esté en niveles adecuados. Unos frenos en óptimas condiciones son imprescindibles, sobre todo en carreteras resbaladizas o con nieve.

  2. Neumáticos: La presión, el desgaste y la profundidad del dibujo son esenciales para un agarre correcto en cualquier superficie. Comprobar los neumáticos antes de un viaje largo evita deslizamientos peligrosos y mejora el rendimiento del coche, especialmente en condiciones invernales.

  3. Aceite y filtros: Cambiar el aceite y los filtros según el plan de mantenimiento recomendado por el fabricante mantiene el motor en perfecto estado. Un motor bien lubricado y limpio soporta mejor los trayectos largos, evitando sobrecalentamientos y desgastes prematuros.

  4. Batería y sistema eléctrico: El frío puede afectar seriamente la batería. Antes de salir de viaje, revisa que esté cargada y sin corrosión en los bornes. Además, comprueba que el sistema eléctrico funcione correctamente, incluyendo luces, limpiaparabrisas y señalización.

  5. Luces y escobillas: La visibilidad es clave, sobre todo en invierno cuando los días son más cortos y la lluvia o la nieve pueden dificultar la conducción. Asegúrate de que todas las luces funcionen y de que las escobillas limpien el parabrisas de manera eficiente.

  6. Líquidos y anticongelante: Verificar niveles de anticongelante, líquido de frenos y líquido limpiaparabrisas es fundamental. Estos líquidos protegen el motor, los frenos y la visibilidad, especialmente en climas fríos o con condiciones adversas.

  7. Elementos de seguridad y emergencia: No olvides el botiquín, triángulos de señalización, chaleco reflectante, linterna y un rascador de hielo si viajas a zonas frías. Contar con estos elementos puede marcar la diferencia en caso de imprevistos.

La seguridad pasiva: lo que depende de ti

Más allá del estado del coche, hay factores que dependen directamente de la forma en que conducimos y preparamos el viaje. La llamada seguridad pasiva incluye todo aquello que puede minimizar las consecuencias de un accidente o reducir las probabilidades de sufrirlo.

1. Mantén una velocidad adecuada. La emoción de las fiestas o la prisa por llegar pueden llevarnos a pisar de más el acelerador. Sin embargo, todos conocemos los peligros que hay en las carreteras con las temperaturas actuales, por eso, conducir a una velocidad adaptada al estado del asfalto y a la visibilidad es la mejor manera de prevenir sustos.

2. Planifica la ruta con antelación. Antes de salir, consulta el estado del tráfico y la meteorología. Evita improvisar trayectos a última hora o depender exclusivamente del GPS. Tener clara la ruta reduce el estrés y te permite centrarte en la conducción.

3. Cuida la temperatura interior. Conducir con demasiado calor o frío puede afectar a la concentración. Mantén una temperatura agradable (entre 20 y 22 ºC) y asegúrate de que el sistema de climatización desempaña correctamente los cristales.

4. Usa correctamente los sistemas de retención infantil. Si viajas con niños, asegúrate de que las sillitas o alzadores estén bien instalados y sean adecuados para su edad y peso. Un anclaje incorrecto o un cinturón mal colocado puede anular la protección en caso de accidente.

5. Asegura bien el equipaje. Coloca los objetos más pesados en la parte inferior del maletero y evita dejar cosas sueltas en el habitáculo. En una frenada brusca, cualquier objeto puede convertirse en un proyectil peligroso. Si el coche va muy cargado, ajusta también la presión de los neumáticos según indique el fabricante.

Estos gestos no requieren una visita al taller, pero son igual de importantes. Son acciones sencillas, cotidianas, que reflejan una conducción responsable y consciente. Como conductores, tenemos un papel activo en la seguridad del viaje; y allí donde no llegamos, entran en juego los profesionales.

Antes de emprender tu viaje, no dejes nada al azar. Un chequeo completo en AD Expert Service Car garantiza que tu vehículo esté listo para afrontar cualquier trayecto, sin sorpresas ni complicaciones. Nuestro equipo de profesionales revisará tu coche de manera exhaustiva y te dará todas las recomendaciones necesarias para viajar con total seguridad.

No esperes a que surja un problema: reserva tu cita y asegúrate de que tu coche esté en las mejores condiciones para estas vacaciones. Así podrás disfrutar de tus desplazamientos con la tranquilidad de que todo está bajo control, protegiendo a tus seres queridos y a ti mismo.

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