Recién llegado el verano, son muchos los que empiezan a programar sus vacaciones y aunque nos encontramos a las puertas de, no solo la operación salida, sino también, la campaña de revisión del coche, tener en cuenta la llamada «Seguridad pasiva» también nos ayudará a reducir riesgos.

La seguridad pasiva es aquella que comprende todos los sistemas que tienen como función proteger a los ocupantes en caso de siniestro e intentar reducir daños a estos. Y también, son elementos que no solemos tener en cuenta a la hora de revisar nuestro vehículo antes de una escapada de fin de semana pero, que hacerlo nos podrá garantizar un viaje seguro y sin imprevistos.

Forman parte de ella:

  • Cinturón de seguridad y reposacabezas: Son sistemas que, en caso de colisión, evitará que el ocupante salga despedido y/o sufra lesiones cervicales. Tras un accidente, es importante revisarlos y si es necesario, cambiarlos para asegurar su correcto funcionamiento.
  • Airbag: Se hinchan cuando los sensores detectan un golpe fuerte, amortiguando a los ocupantes. Los más habituales, suelen ser los que emergen del volante y la guantera aunque, en muchos vehículos, ya se añaden también en otras zonas clave. Pueden salvar muchas vidas, sumado a la retención del cinturón de seguridad
  • Lunas: Componente que acostumbra a tenerse en cuenta cómo aislante y aunque, evita que entren elementos externos también, actúa como protector para que los ocupantes no salgan despedidos en caso de colisión.  Actualmente, todos los cristales del coche (delantero, trasero y ventanillas) ya son laminados, así que en caso de rotura, evitará que estos se rompan en pedazos y corten a los ocupantes. Además, actúa como punto de apoyo para el airbag
  • Carrocería y chasis: La carrocería del vehículo tiene como objetivo principal, conseguir un habitáculo que se deforme lo mínimo y que el chasis, pueda absorber la energía del impacto para que esta no la reciban los usuarios del vehículo. En caso de siniestros, las carrocerías actuales están preparadas para romperse lo cual, disiparía la energía para que la tensión del golpe no se transmita al cuerpo humano.
  • El sistema de retención infantil o el corte de inyección, son otros sistemas que minimizan el daño tras un accidente e incluso, el riesgo de incendio en el caso del segundo.

Es importante recordar que, los sistemas de seguridad no evitan los siniestros, si no, que intentan reducir el daño sufrido; Por eso, un trayecto seguro dependerá también del propio usuario, así que se recomienda vigilar las distracciones:

  • Descansar cada 2 horas de trayecto o cuando el conductor se sienta cansado. Las bebidas excitantes pueden ser un pequeño parche pero no una solución efectiva.
  • No usar el teléfono móvil al volante
  • Situar a los menores en un punto visible para el conductor (En caso sobre todo de viajar sin otro adulto o responsable del pequeño) para mantener la vista al frente.
  • Se recomienda usar las dos manos para conducir, por tanto, podrían ser factores a evitar: Fumar, comer, beber, manipular la radio o GPS, etc.

Teniendo en cuenta que un viaje seguro depende de muchos factores, el humano y el técnico, recomendamos atención al volante y una revisión antes de salir para poder disfrutar de unos merecidos días de desconexión.

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Tenéis a vuestra disposición un póster A3 con la infografía de «Seguridad Pasiva» para descargar en la sección «Descargas/Pósters».

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